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viernes, 12 de septiembre de 2014

¿Telepatía en el siglo XXI?

El pasado 28 de marzo se produjo uno de los fenómenos más peculiares de la historia. En la ciudad india de Thiruvananthapuram alguien pensó en la palabra “hola” y este pensamiento de pulsaciones electrónicas llegó directamente al cerebro de otra persona sentada en un laboratorio de Estrasburgo, Francia, a unos 7.700 kilómetros del punto de emisión (india). Más tarde, probó a decirle “ciao” lo cual significa en italiano “hola”. Por primera vez, dos cerebros se saludaban directamente y de forma consciente y a miles de kilómetros de distancia, gracias a las nuevas tecnologías de interacción con el cerebro humano mediante una red bluetooth a larga distancia. El creador de este increíble avance en el tema científico es “Giulio Ruffini”, líder del experimento que ha permitido probar, aunque todavía de forma muy básica, según lo que manifiesta, que la tecnología  ya permite la comunicación telepática.
Los pensamientos del individuo emisor que estaba en la India, leídos como pulsos eléctricos, se codificaron para transmitirse por  internet hasta un aparato que vuelve a convertir esa señal en pulsos que producen una descarga electromagnética sobre la corteza cerebral del receptor, ubicado en Estrasburgo. Como reconoce Ruffini, estos primeros pasos son todavía muy pequeños y necesitaron de varios elementos intermedios para establecer esa comunicación entre cerebros. El individuo emisor lo que hizo realmente fue pensar “hola” en lenguaje binario, osos registros de unos y ceros que, en base a su orden y longitud, sirven para representar cualquier información.

El pensamiento se envía en código binario y se convierte en ‘flashes’ visuales al llegar a la corteza cerebral del receptor
Así, el hombre que pensó “hola” en realidad saludó a su receptor pensando uno a uno los impulsos que se corresponden con los 1 y 0 que se necesitan para componer esa palabra en binario: 01101000 01101111 01101100 01100001. Al enviar un 1 al cerebro del receptor (que tiene los ojos vendados), el aparato provoca que sus neuronas le hagan ver un flash, una mancha luminosa llamada fosfeno, provocada por la descarga eléctrica en la corteza.

Según explica Ruffini, este instrumento colocado en la parte posterior de la cabeza, crea un campo eléctrico, un pulso en el córtex que hace que “las neuronas se disparen, una especie de reflejo como cuando te dan un golpe en la rodilla”. Si no se produje ese reflejo visual, se cuenta un 0, y la operación se repite hasta completar todos los elementos de cada palabra. Desde que el emisor envía su pensamiento hasta que el receptor lo percibe transcurren unos 30 segundos.


“Es un primer intento en la dirección de unir cerebros telepáticamente, por decirlo así”, resume Ruffini.

Podemos llegar a la idea, de que la telepatía por medio de aparatos electrónicos más portátiles que los que hay actualmente que en un futuro cercano puedan existir, las personas que son mudas pero que si oyen podrían comunicarse sin ningún problema con personas sin ese tipo de discapacidad sin embargo también la telepatía se puede utilizar para conferencias que en un caso puede que sea secreta y serviría de mucho para que terceros no se enteraran de la misma. 

Divulgador Científico: Rodrigo Holguín, 13 años.                                     Fuente: El Comercio, septiembre 2014.

1 comentario:

  1. Es interesante saber que en pleno siglo XXI nos podemos comunicar sin el lenguaje y hacerlo tan fácil como solo pensar que la otra persona que se encuentra a otro lado del mundo puede escucharte

    ojala algun dia se pueda hacer sin maquinas

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