![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkGA5F4txafLfAJIep4Fef4k_Ic6X-a-e7EuXcJdnTomSfVJ-maqf1G8VqFH6BvuugAlRsOpaKTFYGEpgt1tNGyirn698ZS8m10bEOA4zdEy-ZwQKO0QxmrpZ9w96LXH8pVHzHfC9h2emJ/s1600/deb+1.png)
Uno de ellos es el
proyecto Eyeborg, en el que se pone una especie de cámara en el ojo que ya no
sirve y que envía las imágenes a un dispositivo.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnz7WWBUKra9V1u82i8KBBzasAFV0XrABdfnIbVnm72BLwr5JX0eS1jJlRBpAisUNsQtzwrBE5iP2vu-orCP5ChPeDhoVcmel8SbvpCXxh5ezLhl0EYIgKPigxWVT01-KF-C89djhKbeVn/s1600/deb+2.png)
Uno de los proyectos más interesantes es uno que te permite
“oír los colores”, acercando el objeto a la antena y el chip en el cerebro
convierte el color en “sonido”. Cada color es una nota musical. Se pueden
“escuchar” 360 colores.
En conclusión la
tecnología ha avanzado mucho y nos permite volver a tener un sentido que hemos
perdido o queremos tener y usar los
inventos como parte de nosotros.
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