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martes, 26 de agosto de 2014

El virus que se transmite por la ignorancia


En los últimos meses, la alarma por el virus del Ébola ha crecido de una forma incontrolable y causa mucha preocupación en la población a nivel mundial. Este virus se descubrió en el año 1976 y hasta el sábado 16 de agosto ya ha causado 1 069 muertes en el continente africano. Pero tal vez la poca información que maneja la gente sobre lo que está ocurriendo, la lleva a hablar cosas que preocupan más a la población y lo que dicen muchas veces no es verdad. Ya que según los expertos las probabilidades de que se vivan las situaciones extremas que se pasan allá son muy pocas.
Según Elmer Huerta, un oncólogo y divulgador científico peruano, la mejor manera de que la gente esté bien informada sobre lo que pasa es que se transmita una información seria por todos los medios posibles para que toda la gente sin importar orden social este bien informada.
Un caso de ignorancia sobre el virus paso en Estados Unidos, cuando llevaron de África a dos médicos contagiados para que sean curados en su país y la gente comenzó a protestar porque pensaban que el virus se iba a propagar. Pero lo que la gente no sabía es que para que alguien se contagie tiene que haber tocado algún tipo de fluido de un infectado (sangre, sudor, saliva, etc) y con este dato la gente se calmó.
Este virus no se transmite por las vías respiratorias, no se pasan con un estornudo o con tos, por lo tanto no hay peligro en viajar en aviones. También existe el miedo en la población de que el virus salga de África y se empiece a propagar. Según los expertos el virus puede llegar incluso a Perú, pero no se desatará el caos que se vive allá, porque las condiciones no son iguales. El virus del Ébola solo vive en determinados climas y animales, como murciélagos, gorilas y monos, y en partes de África dependen de ellos para vivir y cuando los comen quedan infectados.
Pero el porqué de que el virus haya atacado con mucha fuerza es porque en África las personas cuidan a sus parientes y los entierran por si solas y es allí es cuando se contagian y el virus se esparce. Por eso la tasa de mortalidad es de 90% y se ha aprobado el uso de medicamentos que no han sido probados en humanos para tratar de frenar la epidemia.

Esto no implica que debamos bajar la guardia ante este virus, porque uno nunca sabe cuando las cosas pueden empeorar.

Divulgadora Científica: Débora Carhuapoma, 14 años.                                                      Fuente: El Comercio, agosto de 2014

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